lunes, julio 28, 2014

Las comparsas son el corazón de las fiestas de San Pedro

En la clase de Zancos, en Guadajira.
Gritos de alegría, saltos de emoción, aplausos de agradecimiento de parte de turistas y Huilenses, unidos dando reconocimiento de lo bien que se pasa a mitad de año en el Huila. Las comparsas son el folclor encendido por medio del teatro, danzas y zanqueros, mezcla artística que llena de satisfacción las fiestas representativas de la región.

Desde hace más de 27 años la Agrupación Escénica Guadajira trabajan en la realización de creativas comparsas para acompañar anualmente a las reinas en los desfiles. El sitio de ensayo no está en las mejores condiciones, queda en el patio de la casa del señor Enrique Arciniegas Cechagua, fundador de Guadajira. Conocí el lugar gracias a la amabilidad de él, quien sin ningún problema, me dejó seguir.

Escenario lleno de vestidos folclóricos, disfraces, máscaras por todas partes y Enrique corriendo cada obstáculo artístico para poder dejarme pasar y apreciar tantos años de esfuerzo en las obras que han hecho en el taller. En cada extremo de la pared había una pancarta donde resaltaba el nombre Guadajira en dos eventos donde este grupo ha participado.

Gadajira, hija del indígena Piguanza, y novia de Timanco, quién era hijo de la heroína la Cacica Gaitana. El señor Arciniegas, queriendo hacer conmemoración de algo representativo del Huila, eligió ese nombre para su grupo. Además del historial ya expuesto sobre Guadajira, ella guarda una historia hermosa de amor con Timanco, pero este pierde la vida y ella, al no soportar la pérdida de su novio, se suicida lanzándose al rio Magdalena.

Hasta 1996 se legaliza Guadajira como ONG sin ánimo de lucro. Desde ese tiempo lucha cada día para que la agrupación no se acabe y siga educando a más niños y jóvenes en el teatro, danza, visuales y zancos, para no acabar con los sueños que tienen de ser grandes artistas.

A pesar de que ni la Gobernación del Huila ni la Alcaldía de Neiva los apoya, Enrique sigue trabajando apasionadamente en el teatro. Así lo hará hasta sus últimos días de vida, dice.

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Furioso estaba cuando conversábamos de lo que ganaba económicamente en las comparsas en las Fiestas de San Pedro.
—Sólo ganamos 4 millones por todos los desfiles para repartirlo en entre 30 personas —afirma Enrique—, recibimos menos dinero que lo que gana una reina. En realidad, el gobierno local no aprecia el trabajo artístico que realizan las mayorías de las agrupaciones. Y añade indignado:

—Este año se exigió en compañía de las demás agrupaciones el aumento del pago para que pase de 4 a 12 millones, precio justo para el trabajo tan importante que hace las comparsas al animar las fiestas con representaciones artísticas del folclor huilense.

El momento de furor se fue desvaneciendo, cuando con una sonrisa marcada en su rostro menciona que sus exalumnos lo llenan de fuerzas para continuar su trabajo al saber que no se quedan con lo aprendido por unos años sino que salen a formar sus propias organizaciones como: Candileja, Guipongo, la Puerta Mágica, Arte y Vida, Brinca Brinca y 10 empresas más. A pesar de que se independizan nunca olvidan a Gauadajira. Siguen apoyando en lo que necesite, los visitan para intercambiar conocimientos y los materiales que necesitan.

Edgar Valenzuela, funcionario de la Secretaría Departamental de Cultura y Turismo, asegura que la comparsa es una muestra cultural que se realiza a través de la danza y el teatro para animar los desfiles. Amablemente responde al desacuerdo de las agrupaciones de teatro frente al aumento del pago por las comparsas en las fiestas de san pedro.
—Ellos debieron solicitar el aumento en octubre del año pasado—dice Edgar— porque desde ese momento se inicia en la planificación del presupuesto que se necesita para las fiestas —hace una pausa, y añade—: Pedir el aumento en este mes es muy tarde porque el presupuesto viene asignado desde el año pasado. En esta fecha no se puede hacer nada.

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Las comparsas no solo muestren un baile típico de la región o disfrazarse sin ningún motivo. Se trata de aprovechar esos recursos para que, por medio de personajes, se cuente una historia convirtiéndose en una muestra de teatro callejero. En los desfiles es necesario que las historias sean cortas para que las personas puedan entender y apreciar una obra teatral en movimiento que transmita algo más allá de ver reinas. Para ello se preparan durante todo un año.

Además de cursos de teatro, La Agrupación Escénica Guadajira ofrece cursos de danza folclórica y moderna; esto teniendo en cuenta que a los jóvenes les gusta y que para la organización no hay nada más importante que la palabra de sus estudiantes; asimismo la agrupación ofrece también cursos de Arte Visual, en donde se enseña las nociones básicas de la pintura.

Pero Guadajira no se presentan solo en las fiestas de San Pedro, sino que en las noches hacen presentaciones de teatro para niños, jóvenes y adultos. Una de las mejores obras se llama “La luz azul”, similar al cuento de los hermanos Grimm. Quedando de la siguiente manera: un enano que lo destierran de su comunidad, pero vuelve, le cuenta al rey lo sucedido, argumentando que él era un buen soldado y a pesar de eso le pagaron mal. Después de todo el rey exige que le devuelvan todo y se casa con la princesa. Aunque el señor Arciniegas dice que toman la historia pero le ponen su propio estilo, dándole un toque de alegría e imaginación.

También tiene otras como el “Zorro y el cuy”, “Soñador” y “Colorín colorado” aunque en esta la llaman siempre así, pero la diferencia es que cada vez se muestra una historia diferente.

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María Eugenia Naranjo, esposa de Enrique,  tiene la habilidad de inventarse historias para la obras de teatro en corto tiempo. Ella, sentada en una silla, dando ideas para una presentación que van a realizar y también respondiendo a mis curiosidades, hecha una mirada al pasado.
—Empecé enseñando danzas en varios colegios, pero después de la experiencia obtenida gracias a una invitación que me hicieron en Teatro Imagen   me incliné más por el teatro.—

Hace 27 años conoció a Guadajira y hasta ahora sigue acompañando y enseñando en esta agrupación, con perseverancia y compartiendo el mismo sueño de Enrique: en luchar para que respeten al arte escénico y sea bien pago.

Enrique Arciniegas, licenciado en Artes Escénicas de la Universidad Surcolombiana, siempre ha sido un apasionado por el teatro, desde el colegio participaba inventando obras y recuerda que en la universidad aprovechaba los salones que estaban desocupados para crear historias en compañía de sus amigos.

Así como él tuvo la oportunidad de soñar, quiere que más jóvenes lo hagan igual, ofreciendo lo aprendido para que aprovechen sus capacidades y se exploren así mismos para no dejar acabar el arte escénico.

Sentado en su escritorio y levantando su mano derecha luchará siempre para que el fruto de su trabajo, representado en las comparsas, sean bien pagas y reconocidas ante el gobierno local como el corazón de las fiestas sampedrinas que contagia de alegría y folclor, para que los futuros artistas no decaigan y puedan vivir del arte.
Al despedirse, cerrando sus ojos, con un profundo suspiro y sonriente como siempre dice que su visión es cada día hacer una nueva obra, hasta el final de sus días.

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