jueves, noviembre 21, 2013

Pequeñas ideas convertidas en grandes empresas

Bavaria

Un joven alemán montó la que llegó a ser una de las empresas más sólidas del país en los últimos 115 años: Bavaria.

A finales del siglo XIX Leo Kopp, llegó a Colombia y se convirtió en el precursor de la industria moderna en el país, con la creación de la Cervecería Alemana de Kopp en 1889, con la cual logró masificar esta bebida, estimada por las élites que consumían cerveza importada.

Bavaria abrió sus puertas el 1 de junio de 1891 en Bogotá, la fabricación de cerveza era artesanal. Para esa época, tenía tradición la cervecería Sayer, fundada por el inglés Samuel Sayer, y la Cervecería Cuervo, por los hijos de Rufino José Cuervo, Ángel y el filólogo Rufino José. Bavaria fue la primera empresa que se construyó en un edificio especialmente pensado para ella, y la primera en registrar las marcas de sus productos ante la respectiva dependencia de Hacienda, en 1889. El temperamento planificador y estricto de Kopp, heredado de la cultura europea, influyó notoriamente en el manejo fabril y en la administración de la empresa. "Lo significativo fue la destinación de un espacio exclusivo y fijo para la empresa, en un momento en que las empresas todavía se podían confundir con viviendas. Las máquinas, aparatos y procesos reunidos, muchos de ellos empleados por primera vez en Colombia, eran relevantes por los volúmenes de producción que permitían, el esfuerzo de mecanización y el cambio fundamental en las características del producto que ocasionaban, Los avisos de Bavaria se ilustraban con imágenes de grandes industrias europeas, para asociarla con la industrialización.


Algunas de las características que le imprimió Kopp a la empresa se han mantenido consistentes. El desarrollo industrial, la preocupación por la calidad, la integración vertical que se inició en 1896 con la construcción de la fábrica Fenicia para sustituir las botellas importadas, y la habilidad para vencer a sus competidores y quedarse con el mercado son atributos que permanecieron, a pesar de los cambios de dueño. Todo esto, enmarcado por la gran liquidez que genera el negocio de la cerveza. Para esa época también eran importantes las cervecerías: La Rosa Blanca y La Camelia Blanca. Para ese entonces la mayor competencia la representaban los fabricantes de chicha y guarapo, una bebida popular que estaba muy arraigada en la cultura bogotana, las primeras peleas de Bavaria por el mercado se centraron en las cervecerías rivales, que ofrecían la cerveza a un menor precio al que podía hacerlo Kopp.

La estrategia estuvo encaminada a la diferenciación, para lo cual Bavaria aprovechó su fortaleza técnica. En 1899, Kopp publicó apartes de un concepto sobre cervezas que se emitió durante la exposición industrial de ese año. En él, se destacaba la supremacía de Bavaria y se conceptuaba que era la única que, por sus características, podía llamarse cerveza. Esto originó uno de los muchos enfrentamientos con las otras cervecerías, ya que Kopp se apoyó reiteradamente en este tipo de estudios para marcar una diferencia.
Esta estrategia se completó con el ingreso de Bavaria al segmento popular -de bajo precio-. El primer esfuerzo fue con la compra de Cervecería Inglesa en 1895, donde produjo la marca Tivoli. Sin embargo, el lanzamiento de La Pola en 1911 le permitió conquistar las masas. Fue tal su éxito, que este nombre aún es sinónimo de cerveza. Para 1915, cuando las cervecerías caseras habían reducido su participación en el mercado, Bavaria inició una agresiva campaña contra la chicha y el guarapo, sustentada en estudios y en la diferencia en las condiciones de higiene de estos productos frente a la cerveza. Entre las cervecerías que sobrevivieron estaban Germania, en Bogotá (que posteriormente fue absorbida por Bavaria) y Bolívar, en Barranquilla, que en 1932 Mario Santo Domingo compró, junto con la Cervecería Barranquilla, para dar origen a Cervecería Águila.

Los vínculos de Leo Kopp con Europa fueron decisivos por la asesoría de expertos cerveceros en la fábrica y como fuente de financiación. En 1897 convenció a 24 personalidades y casas alemanas de participar en la empresa, pacto que se cerró en Hamburgo con la creación de la Deutsch Columbianische Braveri, lo que permitió ensanchar la fábrica, fundar Fenicia y comprar la Cervecería Inglesa. Todo esto, conservando el 50% de la sociedad para él y su familia.

La Gran Depresión de los 30 golpeó, como a todas, a la industria cervecera y presionó la fusión de las cervecerías. Así, el 4 de noviembre de 1930 se constituyó el Consorcio de Cervecerías Bavaria, resultado de la fusión de Handel y Cervecería Continental de Medellín, que aportó las fábricas de Pereira, Barranquilla, Medellín y Bogotá, además de algunos lotes. Al consorcio también se unieron Colombiana de Gaseosas (Manizales) y las cervecerías de Honda, del Magdalena, Colombia y Andes, en Cali.

Desde ese entonces Empieza la era Santo Domingo 

Durante las décadas del 40 y 50, la compañía se concentró en el ensanchamiento y modernización de sus plantas, y en la creación de compañías como la Maltería de Santa Rosa de Viterbo Malterías de Colombia y la Distribuidora Bavaria También compró Cervecería Clausen.

En 1959 se inició la primera política de diversificación, bajo la presidencia de Alberto Samper Gómez, que duró diez años. En esa década, compró una constructora de equipos de maquinaria pesada (Toddshipbuilding Company), Petroquímica del Atlántico, constituyó Hops Extract Corporation of America para producir extracto de lúpulo y participó, entre otras, en la Fábrica de Vidrio Colombiano. En 1964 creó la Compañía Inversionista Nacional para manejar las inversiones no cerveceras.


Esta acelerada diversificación y una reliquidación de impuestos por parte del Ministerio de Hacienda, en 1969 en la que la conminaba a pagar $280 millones adicionales, llevaron a la compañía a un enfrentamiento con el presidente Carlos Lleras Restrepo, lo cual propició que los Santo Domingo se quedaran con la compañía.

Ante el aviso de reliquidación, Bavaria anunció una reducción en el dividendo, lo que llevó a Lleras a convocar una comisión para analizar las finanzas de la compañía. El estudio descubrió que la política de inversión no había sido tan afortunada como se esperaba. Entre otros resultados, la compañía había liquidado empresas por $21,6 millones, de los cuales solo había podido recuperar $14,9 millones y tenía problemas de liquidez.

Mario Santo Domingo y su hijo Julio Mario aprovecharon la falta de liquidez para apropiarse de Bavaria. La historia empezó en 1967, cuando Bavaria llegó a un acuerdo de distribución con Cervecerías Barranquilla y Bolívar que ahora es Águila, propiedad de los Santo Domingo, para embotellarles y distribuir Águila en Bogotá, a la vez que ellos distribuían Bavaria en la Costa.

Esta relación dio pie a que los Santo Domingo convencieran a Alberto Samper de comprar Cervecería Águila, mediante un intercambio de acciones, dados los problemas de liquidez de Bavaria. Esto le dio el 22% de Bavaria a los Santo Domingo y los convirtió en el mayor accionista individual, ya que ninguno de los demás tenía individualmente más del 10%. La magnitud de este hecho se manifestó en la asamblea de accionistas de Bavaria de 1968, cuando los Santo Domingo asumieron el control de la empresa apoyados, entre otros, en la anulación de poderes que habían sido utilizados tradicionalmente por los antiguos socios mayoritarios. Además, les permitió nombrar dos miembros en la junta directiva de la compañía. 

Para esa época, Bavaria no solo era una de las industrias más importantes del país, sino que para 1975 ya era considerada conglomerado por la Superintendencia de Sociedades. Con la presidencia de Augusto López Valencia (1985-1999), se convirtió en el único productor importante de cerveza y en un jugador internacional y acumuló el poder actual, para lo cual fue clave la adquisición de Caracol Radio y Caracol Televisión en 1986. Esta jugada le dio a Bavaria el poder político, además del económico que ya ostentaba. 

En 1996 compró Cervunión, construyó la Maltería Tropical de Cartagena y la Cervecería de Tibasosa, amplió la de Bogotá y reestructuró las cervecerías de Quito y Guayaquil que había adquirido en 1985. Además, en 1990, adquirió una participación en la compañía portuguesa Central de Cervezas y en 1992 invirtió en España. Años después, Bavaria se retiró de Europa. López repelió el ataque de Ardila Lülle, cuando esta organización incursionó en cerveza con Leona, para lo cual se metió en el terreno de su rival: entró en gaseosas, aguas y jugos. 

También amplió el área de inversiones de la empresa, con la incursión en telecomunicaciones, con Celumóvil, Americatel, Latinonet y Orbitel; en petroquímica con Propilco y Biofilm; turismo con la Compañía Hotelera Cartagena de Indias y la sociedad Desarrollos Hoteleros Guanacaste, en Costa Rica. Entró a Sofasa y a Carrefour, ahora Jumbo entre otros. 

En octubre de 1997, la empresa se escindió para darles claridad a la actividad industrial y a la que, como inversionista, venía haciendo Bavaria. Se creó Valores Bavaria, para administrar el portafolio. Sin embargo, las dos empresas quedaron bajo la presidencia de López. 

En 1999, Andrés Obregón asumió la presidencia de Bavaria, mientras que en diciembre de 2000 a Leonor Montoya le correspondió iniciar la separación administrativa de las dos compañías y hacer una escisión por $816.266 millones entre Valores y Bavaria, para terminar de clarificar las cuentas entre las dos compañías. En 2002, Javier Aguirre asumió la presidencia de Valores, que para 2001 había perdido casi $1 billón, con la misión de liquidar las inversiones en sectores no prioritarios. 

En 2001, Ricardo Obregón asumió la presidencia de Bavaria. Su reto ha sido concentrarla nuevamente en el negocio cervecero, racionalizando la operación, haciéndola más productiva y dándole una dimensión internacional, más centrada en la región. Después de la diversificación, vino la calma. 

El 3 de diciembre de 2010 Richard Rushton fue nombrado nuevo presidente de la compañía, y el 9 de Marzo del 2011 Bavaria se alzó con tres galardones en los premios más importantes a la innovación, el 5 de Septiembre de 2011 La nueva Maltiz de Bavaria impuso nuevo Récord Guinness al mayor destape simultáneo del mundo, y el 1 de Agosto de 2013 Richard Rushton se retira de la presidencia de Bavaria. El 4 de septiembre de 2013 se da a conocer a Grant Harries, como nuevo Presidente de esta compañía.

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