La arqueología de san agustín, es un misterio
Esculturas de una civilización sin nombre. Una de muchas interpretaciones.
Al parecer, según el número de estatuas y adornos que tuviera cada tumba, se reconocía la jerarquía a la pertenecía. También en el retrato se plasmaba las cualidades y debilidades que representaba a la persona, cuando estaba con vida.
Lavapatas, una de los rastros que dejó la misteriosa comunidad. |
Tal vez las esculturas fueron hechas por seres extraterrestres o aborígenes con poderes sobre naturales. Aunque no se saben quiénes fueron los escultores de estas sorprendentes obras. Lo único seguro es que en cada una de ellas están plasmados los secretos de una civilización de influencia mística.
El Parque Arqueológico de San Agustín está ubicado sobre la cordillera oriental en el Macizo Colombiano. En este lugar, la arqueología es una representación de las cualidades de la vida en comunidad, que de un momento a otro desapareció dejando rastro de su existencia.
Este lugar recibió el reconocimiento de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, en 1995 por la UNESCO (Organización de la Naciones Unidas, para la Educación la Ciencia Y la Cultura) con el propósito de conservar el sitio por la riqueza pedagógica de la cultura Agustiniana, para el mundo. Para esto, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) se encarga de vigilar y cuidar el parque, evitando el deterioro y saqueo de esculturas.
Estatuarias del Parque ArqueológicoEste lugar recibió el reconocimiento de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, en 1995 por la UNESCO (Organización de la Naciones Unidas, para la Educación la Ciencia Y la Cultura) con el propósito de conservar el sitio por la riqueza pedagógica de la cultura Agustiniana, para el mundo. Para esto, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) se encarga de vigilar y cuidar el parque, evitando el deterioro y saqueo de esculturas.
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Cementerio infantil, Alto del Lavapatas (Foto de Diana Milena García) |
En el interior del parque se encuentra El Alto del Lavapatas, mirador que está a una altura de 1830 metros sobre el nivel del mar. Es un lugar donde se puede disfrutar del fuerte viento que ha arrullado por varios siglos a los infantes que cayeron en un sueño eterno, cuyos cuerpos reposan en sus tumbas formando el cementerio infantil.
También en el lugar se localizan las mesitas A,B,C y D, todas cumplieron la función de tumbas para las personas que habitaron en el lugar. Se realizaban dos clases de entierros, uno eran lo primarios donde se enterraba por un determinado tiempo; otros los entierros secundarios, se sacaban los restos de la persona, se metían en una urna y luego se enterraban nuevamente en otro lugar. La tumba que quedaba vacía se utilizaba para realizar otro entierro.
Campo santo, Mesita A, esculturas sobre piedras de restos de volcán. |
En la mayoría de las esculturas se retrataba: el mono, los colmillos del jaguar, los ojos en forma de águila y la melena de un león. Los ojos grandes representaban la clarividencia, la boca el poder del verbo y los oídos la clariaudiencia. Si estas características en el rostro se plasmaban en las estatuas eran porque el difunto tenía un alto grado de sabiduría y trascendencia espiritual, estas cualidades se cumplían en los que habían sido chamanes en esa época.
El guía Julio César Ordoñez: Menciona “que el león es un animal representativo de la cultura egipcia, se dice que los que habitaron en estas tierras y tallaron las piedras tal vez eran provenientes de esa cultura y tuvieron que emigrar hasta acá porque en sus premoniciones se avecinaba una catástrofe en el lugar de origen de esa comunidad”.
Las estatuas no sólo representan al hombre, sino a la mujer como símbolo de fertilidad, plasmando el sistema reproductor femenino en varias de estas obras. Un ejemplo de esto se encuentra en la Mesita A, donde al lado derecho aparecen nueve líneas que representa los nueve meses de gestación que hoy conocemos por el calendario Juliano. Pero en ese tiempo ese calendario no existía. Los aborígenes hacían las cuentas de la duración del embarazo de la siguiente forma: el ciclo lunar conformado por 10 lunas se multiplicaban por los 28 días en el que se cumple el ciclo menstrual, dando como resultado 280, a estos se divide por 7 y da 40, que significa el conteo en semanas que dura el embarazo. En esta misma mesa aparece al lado izquierdo diez rayas que hace referencia a los denominados diez mundos donde las almas se iban a descansar por la llegada de la muerte. Estos se dividen en seis mundos superiores a donde iban los espíritus de las personas que tenían una vida espiritual intachable y los cuatro restantes son los inferiores que lo conformaban las almas de los aborígenes que no se comportaron bien en la tierra.
Símbolo de fertilidad y hace relevancia a el periodo de gestación. |
Además el aborigen realizaba su propia tumba con ayuda de los compañeros de su clan. Julio César Ordóñez dice que “ellos eran personas muy organizadas y se ayudaban entre sí, porque todo lo que realizaban era hecho en compañía”.
Por la joya histórica que representa el parque, Según el señor Ordoñez este lugar fue saqueado por el arqueólogo alemán Konrad Theodor Preuss, quien se llevó 21 estatuarias y actualmente se encuentran en el Museo Geográfico de Berlín. Pero nadie ha hecho el reclamo de esas estructuras, para que vuelvan a la Nación.
A pesar de que se llevaron una parte del legado místico ancestral, no cabe duda que este lugar aporta para entender el pensamiento de una civilización que a pesar de que es un enigma y no dejaron sus nombres tallado en piedra, dejaron huella que comprueba su existencia.
Estructura con ojos de cabeza de águila. |